LA FLOR DE PAPEL
- YOSOYELWIIL
- 16 nov 2018
- 10 Min. de lectura
¿Quién no ha dado regalos? y ¿Quién no ha querido sorprender a quien quiere?; Pero, que difícil es encontrar el regalo perfecto, más cuando en ese regalo se expresa todo lo que sientes y deseas , y lo que es peor, cuando en tus bolsillos hay sólo unos chicles y 3 monedas. Navidad, Reyes Magos, cumpleaños, aniversarios… en todas esas fechas solemos recibir regalos de parte de nuestros seres más queridos; y aunque puede resultar difícil de creer, algunos estudios han demostrado que recibir regalos no es tan placentero como el hecho de hacerlos. La generosidad propia de los actos prosociales parece tener también su sitio en el cerebro. De hecho, en un estudio realizado en 2010, Elisabeth W. Dunn (Profesora del departamento de Psicología de la Universidad de British Columbia) y su equipo, encontraron que los adultos eran más felices cuando se gastaban el dinero en otras personas que cuando lo hacían sobre ellos mismos. Yo Soy de las personas que detesta las sorpresas, soy buenísimo armándolas, pero me da ira que las hagan conmigo. Creo que mi capacidad de asombro la he perdido al armar tantas sorpresas. Todos mis amigos, esos a los que amo con el corazón, en algún momento han recibido un regalo de mi parte que los llena de emoción, pero debo confesar que el más emocionado siempre soy yo. Peluches más grandes que quien lo recibe, coronas de Miss Universo, flores, zapatos, libros, perfumes, chocolates, ropa, lo que ustedes quieren he regalado, pero siempre acompañados de una forma estratégica e innovadora de hacer que cuando los reciban, las lágrimas o una carcajada estén presentes en los rostros. Pero vamos con la historia, porque hay un regalo de todos esos, que marcó mi mi vida y que sorprendentemente me motivó a dar más. En algún momento de mi vida, me picó el bichito de la vocación, andaba en las cosas de Dios y recibí su llamado o por lo menos creo que así fue; y es que ese camino me llenaba plenamente, sentía que ahí estaba mi futuro, además de que me apasionaba demasiado la forma de poder ser un guía para tantas personas. Luego de un discernimiento, decidí que el lugar para iniciar la formación, era una sociedad de vida apostólica ubicada en Bogotá, que tenía como misión la predicación y formación, dos aspectos en los que yo encajaba perfecto y en los que siempre había querido servir. Me fui hasta Bogotá, y pasaron cientos de cosas, que les contaré en otra historia, pero surgió una demasiado especial: desde antes de irme, me había sentido atraído por alguien, y cuando me fui a Bogotá, esa persona se volvió más especial, era quien me escribía todos los días, a quien le contaba todo lo que me pasaba y quien más me motivaba a seguir, ahora estábamos más conectados que nunca. ¿Quién era? La llamaremos: ELLA Ella, tan parecida a mí en gustos y pasiones, comenzó a despertar en mí el deseo de creer que mi verdadera vocación estaba junto a una mujer, construir una familia y ser un santo padre de familia. Ella, no fue la razón por la que me retiré, por el contrario, ella todos los días me insistía a que siguiera ante cualquier vicisitud, ella era la fuerza. Nunca me dejó caer. Pero, entre ella y yo algo pasaba, Qué, no sé, pero algo crecía y cada vez era más sólido. Y es que tú te das cuenta cuando el sentimiento cambia de color, en el momento en que las conversaciones pasan de un lado a otro, generando conexión y un indudable gusto. Se juntaron en la casa de formación la tormenta, el tsunami, el huracán y el terremoto, me retiré y ella fue la primera en enterarse que lo hacía. Su consejo: No lo hagas, pero lo hice.
Llegue a mi ciudad, de regreso, "con la frente en alto", seguro de que mi decisión había sido la mejor y después de mi familia, la busqué a ella, quien sin duda al verme se sorprendió y el abrazo tan fuerte que nos dimos me demostró que lo que yo sentía era real y lo más importante, era mutuo. Con ella, siguieron los chats y las llamadas, y fueron apareciendo las dedicadas de canciones, las salidas a comer y las visitas hasta altas horas de la noche. Pasó el tiempo, y el Will, se decidió, estaba seguro que las maripositas en el estómago, ambos las sentíamos y aunque les confieso que tenía miedo, por aquello que la gente pensara que ella era la que había desviado mi vocación, me arriesgué y preparé la que tenía que ser la Mejor sorpresa. Un momento, en mi bolsillo sólo tenía unos chicles y unas monedas que no sumaban más de mil pesos. Grave Will, si querías sorprender, no había forma. Estaba cometiendo un error, me estaba limitando por el dinero, ¿y eso cuándo había pasado?, si yo era el Will reconocido en el mundo por su amplia capacidad de sorprender. Un momento, tenía papeles barrilete de varios colores, y ahí vino la súper idea: La Flor de Papel. Busqué tutoriales en youtube, y encontré uno muy práctico, que incluso les dejaré en mis historiales de Instagram para que vean como hacer una hermosa Flor de Papel. Yo la conseguí, hice además un cartel con hojas de Block pegadas en donde decía: ¿Quieres ser mi novia?; con las monedas que tenía compre unos globos. Con eso y mi hermosa Flor de Papel, emprendí mi camino. Llegué a su casa y mientras ella estaba en el baño, su mamá se convirtió en mi cómplice y me metió en su cuarto. Los globos los puse en el piso armando un corazón, el cartel lo pegué en la pared y la Flor de Papel la coloqué en la cama, y cagado, re cagado, me fui. No hubo ni un chat con una respuesta, ni una llamada en dónde se dijera que bonita había sido la sorpresa, no hubo NADA. Yo más decepcionado que nada, me arreglé y me fui para el cumpleaños de un amigo que teníamos en común. Tenía que despejar la mente, y olvidar su silencio; cometí otro error, me fui al último lugar en donde no me la encontraría, porque después de unos minutos ella estaba llegando al cumpleaños de mi amigo. ¿Qué pasó? Nada. No me dirigió la palabra en toda la noche, como sí hubiésemos peleado por algo o qué sé yo. Pero no pasó nada. Pasaron los días y yo tampoco quise preguntarle que pensaba, ya yo había preguntado, ella tenía que responder. Se vino el Reinado de la Ganadería, y es que yo soy el único edecán que ha ganado 3 veces, el reconocimiento a mejor edecán, pero esa historia también se las contaré después. En esa semana, la saque de mi cabeza, es que estar reunido de 30 mujeres hermosas, fiesta, comida y licor hace que sin duda olvides lo que sea. El día Sábado, de esa semana, era el desfile de carrozas y quienes me conocen saben que es mi actividad favorita. Cuando iba pasando por la avenida primera en el desfile, miro a un lado y ahí estaba ELLA, con su mamá y una amiga en común, las miré las saludé y les tiré un puñado de dulces, su cara me lo dijo todo: "No quiero dulces", pero a mí poco me importó, yo seguí disfrutando el desfile. Al día siguiente me manda el tan esperado mensaje y decía: ¿Por qué hiciste eso?, de una le contesté: ¿Hice qué?; ¿por qué me tiraste dulces?, respondió, y yo le dije: A todo el mundo, yo le tiraba dulces. Fin de la conversación.
Pasó la enérgica semana y se vino inmediatamente después mi cumpleaños. Ese día mis hermanos del grupo de oración organizaron un encuentro en mi casa, y en medio de la oración, abro los ojos y ahí estaba ELLA, orando también junto a otros amigos. Se acabó el grupo, y empezó el compartir. La más hermosa voz del coro celestial, estaba cantando allí, sí es que la que cantaba, ya está en el cielo. Su voz hizo propicia la noche. Me sentía feliz, ¡ERA MI CUMPLEAÑOS #24! La amiga en común con la que ella estaba en el desfile de carrozas, me dice que vaya a la cocina que ha derramado algo en la nevera, le dije que le dijera a mi mamá pero insistió tanto que fui. No había nada, me dijo que abriera la nevera y ahí estaba un cartel, más pequeño pero más hermoso que el que yo había hecho que decía: Sí quiero ser tu novia. Yo lo tomé y me eché a reír y dije fuerte: La que no quiso cuando pudo, ahora que quiere no va a poder. Mi mamá, mis hermanas y mi amiga, se me quedaron mirando feo. Ahí entendí que era un plan armado entre todas ellas. Pero yo estaba decidido a que ya para qué. Siguió la noche y ELLA no se paraba de la silla, realmente yo pensaba que era una broma, ya me había dado cuenta que ella no quería nada conmigo, ¿por qué ahora había cambiado de decisión?. Me acerqué y le pregunté es en serio y me dijo: El regalo más hermoso que me han dado es una flor de Papel. ¿Por qué?, pregunté. "Me gustan tanto las flores que siempre me duele que se marchiten, y esa flor de papel, jamás se marchitará", le dí un beso y ahí inició la relación. El Will y ELLA. Estaba enamorado, y de algo estoy convencido el sentimiento era mutuo. Llamadas eternas, cambios de fotos de perfil, gifs de corazones y amor, y todas esas pendejadas que uno hace cuando se enamora. Es que aunque no hubiese pasado tiempo, ya teníamos una amistad de años que nos conocíamos perfectamente. Mi cumpleaños había sido un sábado y una semana después, era el de ELLA, coincidía esa fecha con la independencia de Estados Unidos y el Will si o sí, tenía que lucirse. Lo organicé todo. Dos días antes ELLA me dice me acompañas a orar al Santísimo, yo dije obvio, que lindo es orar enamorado. Llegué y ya ella estaba allí llorando. Yo le pregunté que le pasaba y ella comenzó a dar vueltas en lo que me quería decir. Yo la detuve y le dije, no ha pasado nada, borremos la historia, claro ahí yo entendía que el único que estaba enamorado era yo. O por lo menos, ese momento de oración ella lo había propiciado para decirme que no siguiéramos y que siendo ante los ojos de Dios, se demostraba como la absoluta verdad. La abracé me paré y me fui. Literal, ambos borramos todo; es que había un buen material en redes de esos días de amor, encanto y alegría. El regalo más sencillo que había dado, no había servido de nada, seguro ya estaría mojada o rota mi flor de papel. ¿Qué pasó? Nunca supe, pero que difícil fue superarla, me la encontraba en todas partes y ella siempre era la pareja perfecta para bailar, la escucha perfecta para conversar, la compañera perfecta para comer y la boca perfecta para besar. Llegó su cumpleaños y a las 12:00 m, estaba el Will colocando serenata. A las 7:00 am recibió un desayuno sorpresa, a las 10:00 am un ramo de flores. Mi mamá la había invitado a almorzar, así que a las 12 del medio día ella estaba en mi casa, lista para ello. Terminado El Almuerzo recibió mi último regalo: Una cadena de oro, que tenía de dije un candado en forma de corazón. Ella hizo un grupo de whatsapp para invitar a sus amigos a rumbear esa noche, y aunque habíamos decidido que seríamos amigos, yo no fui incluido, pero que va, el Will fue, y se coló en la fiesta. Fiesta en la que su indiferencia demostró nuevamente que de nada había servido la Flor de Papel.
Lo intente varias veces, la busqué, pero nada, nunca quiso volver, la historia tan bonita de dos, nunca había existido, y aunque su mamá y amigos intercedieron, ya la decisión estaba tomada. Pasaron meses y aunque yo la seguía Amando, decidí que lo mejor era hablar y dejar claro todo. La invité a comer, y hablamos ¿de qué? de pendejadas, nada importante, ahí no había nada que hacer, me contó que su mamá a cada rato le decía, ¿y ahora quién tiene la llave para abrir ese candado de corazón que tienes en tu cadena?. Yo me reí. Me fui de la ciudad y en mi vida pasaron cientos de cosas, pero algo era claro, de mi mente ELLA no salía, mi mejor amiga me decía que pasara la página, pero es bien difícil, es que los hombres somos tan orgullosos que decimos que todo cambia en un día, y es cierto, pero el fantasma después vuelve y el duelo es mayor.
Regresé a la ciudad, y ella ya tenía novio. Yo también aunque enamorado de ELLA había intentado salir con alguien para ver si un clavo sacaba otro clavo, ¡Total falsedad!. Coincidimos los cuatro en una fiesta y charlamos cual mejores amigos. Pero yo seguía comprobando que yo sin Ella, no podía vivir.
Terminó con su novio, y yo también deje de hablar con la otra y creí que esa era la oportunidad de hacerle saber que ELLA aún existía en mi corazón. Ambos lo intentamos, digo ambos porque fui correspondido, pero Ella lo único que hacía era tratar de llenar el vacío que tenía por su novio, de quien estaba de verdad enamorada. Le dejé todo al tiempo, y fue ese quien me enseñó, que el amor duele pero que cuando amamos de verdad Muchas veces debemos soltar y dejar que ella sea feliz con quien quiere. ELLA, tiene un novio ahora llevan muchísimo tiempo y creo que hasta se casarán, mi sentimiento cambió, no la dejé de querer porque es imposible odiar a una persona que amaste, pero logré que mi corazón fuera libre y saliera de la prisión en la que yo mismo lo había metido por mi #FlorDePapel. Soy feliz con sus triunfos y ELLA a la que ahora veo como mi hermana, lo sabe, estoy pendiente de lo que le sucede y sé que ella también se preocupa por mi. Quiero y respeto a su novio, aunque él a mí, poco poco, pero aprendí que el amar no es estar junto a una persona, dándole besitos o detalles, el amor es libertad, es dejar que esa persona decida su camino a la felicidad. A mi me quedaba desearle lo mejor, y así lo hice. Desde entonces, me he aprendido amar, trato que mis regalos tengan un significado más allá que un valor, y que al primero que debo sorprender es a mi mismo. Esta experiencia debía vivirla para entender que antes de amar a otra persona, debía amarme así mismo y que cuando lo lograra ahí sí podía darme la oportunidad de compartir el sentimiento, porque de resto quedarán rotos como Mi Flor de Papel. Ella es la mejor en lo que hace y su vida está respaldada por bendiciones abundantes, es una gran amiga y la persona perfecta a la que puedes contarle tus problemas, porque posee un don de ciencia maravilloso, que le hace siempre darte el mejor Consejo. Recuerda, amate siempre por lo que eres, y no dejes nunca que una decepción sea un sello eterno porque esos solo te los colocas tu. Tú tienes claro quienes eres y #YoSoyElWill
¿En que parte de la historia es que nazco yo? :)