LOS ZAPATOS ROJOS
- YOSOYELWIIL
- 23 nov 2018
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 30 nov 2018

Todos tenemos unos gustos extraños al momento de vestir, algunos prefieren los jeans justos, otros más sueltos, unos la camisa manga larga y otros la manga corta; es así el mundo está lleno de una diversidad en muchos aspectos que enriquece cada día más la existencia. Yo por lo menos tengo unos gustos extraños con los zapatos, es muy raro que tenga zapatos con cordón, pero lo que más me caracteriza sin duda es el color de los mismos. Sé que sus closets están llenos de todo tipo de prendas y accesorios que sólo les gustan a ustedes, pero que sin duda, siempre serán un sello de identidad.
Durante mi vida, he recibido regalos muy hermosos y valiosos, uno de ellos, es "En Brazos de María", un grupo de oración que Dios me dió la bendición de formar con un grupo de amigos, y que en su crecimiento espiritual se convirtió en una gran comunidad de amor; y es que de "En Brazos de María" guardo los mejores recuerdos, personas maravillosas, momentos únicos, y bendiciones incalculables. Promesas que con el pasar del tiempo se han ido cumpliendo bajo la voluntad del cielo.
"En Brazos de María" tenía familias claves en su comunidad, pero una muy especial para mí, la familia Peña Feria, conformada en ese entonces por Jhon, Greys y su hija María Ángel; se volvieron especiales para mí, porque siempre estaban pendientes de mí, y no había un mejor plan que irme un sábado para su casa a tratar de mejorar el mundo con esas conversaciones eternas que entre amigos compartes. El lazo de hermandad y fraternidad, se hizo tan fuerte, que sentía que yo era parte de esa familia: Eran mi refugio en la calamidad, mi fuerza en la Vicisitud y mi apoyo en la alegría. Pero de ellos tres, con uno tenía una conexión especial, Jhon Jairo se había convertido en mi mejor amigo, ese hermano hombre que en mi familia no tuve y que la vida me había regalado. Jhon, con sus gafas, barriga y peculiar forma de caminar, siempre mantenía una sonrisa en su cara cada vez que nos encontrábamos, y es que era tan raro verlo triste, incluso cuando los problemas lo atacaban, él siempre me mostraba que era fuerte y capaz, y también que mi amistad era fundamental para él. Un hombre trabajador, humilde, buen esposo, paciente y perseverante, pero bueno dejemos de echarle flores al tipo y volvamos al tema de hoy.
En ese afán de gustos raros míos, una vez compré unos Converse rojos, sí, muy comunes en la sociedad, pero los míos eran diferentes, eran una colección nueva, tan nueva que cuando me los coloqué se rajaron por un lado. Bueno déjenme contarles que comprar zapatos, es un karma para mí, en algunos soy 44 y en otros 45, pero mis pies son tan gordos que el problema nunca es lo largo de los zapatos, sino lo ancho. Además que siempre hay un zapato que me queda más apretado que el otro. Lo más raro aún, es que no sucede en un pie específico, porque depende de la forma del zapato. Dejen de reírse de mis piecesitos.
La cuestión, es que aquellos zapatos rojos los había comprado en Medellín y yo esa misma noche regresé a Montería, ¿Qué hacía con mis zapatos rojos? Nada, tenía que quedármelos.
Llegué a Montería y me fui a trabajar, por cosas de la vida, no saqué los zapatos rojos del morral, y se me pasó todo el día. Llegó la noche y recibí un mensaje de mi amigo Jhon, que me pedía que oráramos, ante esa solicitud, que para mí era una emergencia, me fuí de una para su casa. Llegué y ahí estaba él con su familia, que ahora crecía porque me enteraba que Greys estaba en la espera de la hermosa María Belén, mi hija putativa. Saqué la Biblia y me di cuenta que en el morral aún estaban los zapatos rojos, esos que no tendrían destino hasta ese momento, porque los saqué y se los regalé a mi brother del alma.
No les puedo describir la emoción de mi hermano al recibir ese regalo, obvio le dije que eran para mí y que estaban rotos de un lado, pero ese hombre me abrazo como si hubiese recibido su más grande tesoro.
Cada que se los colocaba me mandaba una foto, y Greys siempre me decía "compadre, esos zapatos que tienen que el negro no se los quita".
En Jhon siempre encontraba el mejor concejo, y su abrazo era un sello eterno de paz, su amistad para mí era tan valiosa que nunca me permitía verlo caer y sus pastas, eran las Mejores del Mundo, en serio, LAS MEJORES.
Su vida, llena de una inmensidad de testimonios, se apagó el 8 de enero de este año. Una isquemia cerebral lo consumió en una clínica de la ciudad, durante sus últimos días de vida, pidió que yo lo fuera a ver, pero yo nunca fui capaz de ver a mi MEJOR AMIGO tirado en una cama. Ese 8 de enero, me desperté muy temprano y luego de bañarme recibí una llamada que me anunciaba su muerte. Mi teléfono nuevo, recibió un golpe que lo quebró, y mi grito fue tan horrible que desperté a mis papás. Mi amigo del alma, se había ido y me quedaba el sin sabor de no haberlo visto, cuando él lo pidió, quizás quiso pedirme algo, decirme algo o simplemente esperaba verme. Lo lloré como niño chiquito que pierde a su padre, y me causó un dolor inimaginable, todavía es muy duro saber que no está en la tierra, porque estoy seguro que en el cielo está y desde allí se ha vuelto un ángel para su esposa, e hijas, para todos cuánto lo quisieron y para mi, porque un alma tan bondadosa como la de él, tenía pasaporte asegurado junto a Dios y su amada, virgen María.
Los zapatos rojos, fueron quizás el regalo más insignificante que le pudieron dar en vida a Jhon, pero fue uno de los que más sonrisas le robó, esas con las que guardo siempre los mejores recuerdos.
La amistad es un valor poco común en nuestra generación, hoy nos preocupamos más por la cantidad de papelitos verdes que por el sentimiento de apoyo que te genera tener un buen amigo. A mi, me hace mucha falta el mío y muchas veces he querido devolver el tiempo para compartir aún más con él, para escucharle decir lo importante que era amar a su esposa como el primer día de novios, para verlo admirar la belleza y ternura de sus hijas, y para darle un abrazo a éste su amigo de oración, risas, llantos y comidas. ¡Paz en la tumba del dueño de los zapatos rojos! Un hombre de Honor, sin duda.
Valora cada cosa que tienen por pequeña que sea, existen personas dispuestas a Dar la vida por ti, que se alegran de tus triunfos y que luchan por levantarte. No desperdicios el tiempo en licor, rumba, y juegos, cuando una charla hasta la Madrugada queda guardada para siempre. ¡Los amigos si existen!, Hasta cuando están muy lejos... Recuerda tu tienes claro quién eres, y #YoSoyElWill
Saber aprovechar el tiempo precisa una elaboración bien pensada, reflexiva y coherente, pero sobre todo humilde y paciente; pero tantas personas optan por la prisa, por los resultados y por la satisfacción de sus deseos, sin caer en cuenta de que no es posible cosechar sin sembrar, que parte de la siembra pueden malograse por causas ajenas a uno mismo y que hay que saber esperar pacientemente hasta el día de la cosecha, dándole tiempo al tiempo, no conozco otra forma más eficaz de prologar un instante de vivir a plenitud lleno de paz interior. Sin embargo, dejamos tantas cosas para después, como una tarea, escuchar a un amigo, visitar a mis padres, ir de viaje, descansar, etc, alterando así…